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notas de la pradera

Copas

La Ronda

La Ronda estacionado en el bar,
la copa gira fantasma
sobre la mesa,
haciendo la ronda
de las caras solitarias

chico buarque se asoma en ecos
desde el borde de vidrio,
aliviando sombras
con trinos de un ruiseñor,
cautivo de mil precipicios

por fuera el oxido
me come las entrañas,
vacío de copas
empeñadas del aire de los poetas
y fotografías casi sin color.

mi copa 6

mi copa  6 Beso soy, sombra con sombra.
Beso, dolor con dolor,
por haberme enamorado.
corazón sin corazón,
de las cosas, del aliento
sin sombra de la creación.
Sed con agua en la distancia,
pero sed alrededor.

Corazón en una copa
donde me la bebo yo
y no se lo bebe nadie,
nadie sabe su sabor.
Odio, vida: ¡cuánto odio
sólo por amor!

No es posible acariciarte
con las manos que me dio
el fuego de más deseo,
el ansia de más ardor.
Varias alas, varios vuelos
abaten en ellas hoy
hierros que cercan las venas
y las muerden con rencor.

Por amor, vida, abatido,
pájaro sin remisión.
Sólo por amor odiado,
sólo por amor.

Amor, tu bóveda arriba
y yo abajo siempre, amor,
sin otra luz que estas ansias,
sin otra iluminación.
Mírame aquí encadenado,
escupido, sin calor
a los pies de la tiniebla
más súbita, más feroz,
comiendo pan y cuchillo
como buen trabajador
y a veces cuchillo sólo,
sólo por amor.

Todo lo que significa
golondrinas, ascensión,
claridad, anchura, aire,
decidido espacio, sol,
horizonte aleteante,
sepultado en un rincón.
Espesura, mar, desierto,
sangre, monte rodador,
libertades de mi alma
clamorosas de pasión,
desfilando por mi cuerpo,
donde no se quedan, no,
pero donde se despliegan,
sólo por amor.

Porque dentro de la triste
guirnalda del eslabón,
del sabor a carcelero
constante y a paredón,
y a precipicio en acecho,
alto, alegre, libre soy.
Alto, alegre, libre, libre.
sólo por amor.

No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme. No.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor.

de Miguel Hernandez

me copa 3

me copa 3 No hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar

es triste
y
no es
triste

parece que la
cosa mas
sensata

que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano
mientras las paredes
blanden
sonrisas de
despedida

uno pasa a traves de
todo
ello
con una cierta
cantidad de
eficiencia y
valentia
entonces
se va

algunos aceptan
la posibilidad de
Dios
para ayudarles
en su
paso

otros
lo aceptan
como es

y por estos

bebo
esta noche.

de Charles Bukowski

me copa 4

me copa 4 A veces frente a una copa
veo otra vez sus ojazos
la misma risa en su boca
y al cristal lo hago pedazos
y se esfuma la ilusión

Me emborrachó de ilusión
una mujer que fué mi vida,
y hoy que la siento perdida
se agranda mi herida
que nunca la olvida
ni con alcohol.

del tango "Frente a una copa", letra de Francisco Amor

me copa 5

me copa 5 La puerta

abierta hacia la noche,
y el pájaro sonámbulo en los bosques
bebe
estas auroras rojas.

Los dioses blancos de tu boca
ahogándose en el vaso.

Aquel mar es tan profundo
que temblaban los barcos.
Sigamos.

Mis ojos entre el humo.
Y a la orilla del mundo,
tu mano
tendida a los naufragios.

Ahora nadie canta.

El planeta vacío que dormía en la copa
está en mi garganta.
Pequeño ruiseñor.



Vaso, de Vicente Huidobro

me copa 2

me copa 2 Hablamos para nada, con palabras que caen
y son viejas ya hoy, en la boca que sabe
que no hay nada en los ojos sino algo que cae
flores que se deshacen y pudren en la tumba
y canciones que avanzan por la sombra, tam-
baleantes mejor que un borracho
y caen en las aceras con el cráneo partido
y quizá entonces cante y diga algo el cerebro
ni grito ni silencio sino algún canto cierto
y estar aquí los dos, al amparo del Verbo
sin hablar nada ya, con las bocas cosidas
las dos al grito de aquel muerto
mientras caen las estatuas y de aquellas iglesias
el revoque es la lluvia fina pero segura
sobre ese suelo inmenso que bendicen cenizas
y caen también las cruces, y los nombres se borran
de amores que decían, y de hombres que no hubo
y de pronto, en el bar, tan solos, sí tan solos,
me asomo al pozo y veo, en la copa un rostro
grotesco de algún monstruo
que ni morir ya quiere, que es una cosa sólo
que se mira y no ve, como un hombre perdido
para siempre al fondo de los hombres
extranjero en el mundo, un extraño en su cuerpo
una interrogación tan sólo que se mira sin duda
con certeza, perdida al fondo de ese vaso.

Vaso, de "El que no ve" de Leopoldo María Panero.

me copa 1

me copa 1 ¿Dices que nada se pierde?
Si esta copa de cristal
se me rompe, nunca en ella
beberé, nunca jamás.

de Antonio Machado